Dentro,muy dentro, estaban las hojas amarillentas
mezcladas con colores grises y marrones,
salían aromas y olores no del todo reconocibles.
El atillo,de enorme lazada
dejaba su huella de medio siglo.
Sucumbí a la tentación de zarandearlo.
Reconocí al instante los objetos que sonaron,
sí,uno a uno fueron nombrados con aquellos torpes apodos.
Metales,papeles,cuerdas,flores muertas
sí,todo arrebujado.
Que prisión tan injusta,que olvido obligado...
Anda,¡vé y busca la llave!
Córre,¡corta la cadena!
¿No me reconoces?
¡¡¡ Soy tu Baúl... tu Baúl de los recuerdos !!!