Sombrío estoy,
turbio día otoñal,
inquietud en mi alma
-ausente de la suya-.
Otoño se deshoja.
Tras el ventanal
reman las piraguas del Genil.
Brótanme los sentimientos:
un amor lejano me nace,
el otro se me fue al país de la Nada.
Mi dolor añora...,
reprimo el temblor
de una lágrima.
Me golpea la tristeza,
lánguido suena el tictac
del reloj de pared.
Me enrollo en mi pensar:
lágrimas arden,
lágrimas me queman.
El río se las lleva...
(¿En qué lugar vivirá ella?)
-salvador-