Iraultza Askerria

Soneto II

Yo siempre deseé la sabiduría.

Curiosa y muy tenaz era mi mente;

cualquier libro tomaba y absorbía

hasta entender su cátedra latente.

 

De ti me enamoré en oscuro día

y aún hoy eres el más inhóspito ente.

Por las noches proclamo: “todavía

no supe leer tu libro inherente”.

 

¿En qué lenguaje fuiste cincelada?

¿En qué alfabeto? ¿En qué idioma extraviado?

¿Cómo entender tu sílaba estampada?

 

Si me amas, no lo sé; ni si me quieres.

De tu boca no sé el significado;

impenetrable, oscura, ¡ignota!... eres.

 

 

Iraultza Askerria

http://iraultzaaskerria.wordpress.com/