Tiempos pasados
que nunca se han ido,
el viento y los recuerdos me lo han traído.
Barrio de casitas pobres y bajas
de muchos baldíos,
pelota de trapo
pantaloncito raídos.
Canchitas de tierra
con arcos de palitos torcidos,
peleas de niño
corazoncitos heridos.
Tardecitas de invierno
de mate cocido,
de poca azúcar
de pan seco y partido.
Todo parece
haber quedado en la nada,
aún se huele en el aire
el perfume a mandarina robada.
Mamita querida
que de lejos me gritaba,
regresa pronto....
mi padre llegaba.
Carita sucia
manitos manchadas,
colchoncito hundido
de pocas frazadas.
Sueñitos inocentes
llenos de esperanzas,
de delantales blancos
de muchas andanzas.
El tiempo ha pasado
ya sin tardanza,
hay dinero en mi mano
que baila su danza.
He crecido en todo
también en ignorancia,
como añoro
el ángel de mi infancia.
Todo se puede, cuanto daría,
para gritar en el aire....,
¡Qué nadie toque esa pelota ¡
yo hago el gol,.... esa es mía.
L. Mont.