El buchón era un tipo abacanado
tenía asfalto, pero la casimba vacía
y cuando le picaba el bagre
le lloraba la carta a la catrela.
Tito: quiero un feca con chele
y un chegusán de monja con soque...
decía el calavera al mozo cafiolo
pero el bizcocho no le daba bola.
No choreaba, pero portaba su buen chumbo
a veces practicaba el escolaso
no le gustaba meterse con la falopa
para no embalurdar la sin hueso.
Hubo momentos que carburaba en baja
la percanta le exigía la catrera
no aceptaba estar chacabuco
y pidió consejos al cuatrochi cumpa.
A veces lloraba la carta, corría la coneja
y nó por estar bajoneado
ni por ser yeta ni pijotero
veía la persecuta y a la sordina soñaba.
Era un refucilo como tachero
no le agarró la viaraza ni hizo quilombo
aunque su upite clamaba por descanso
tantas horas sentado, y con poco vento !
Decía siempre no ser bicho colorado
ni canalla, ni leproso, ni cervecero
tampoco funebrero, tripero o millonario
pero sí... bostero ! lo llevaba en el alma.
Junaba aquel jetón, hermano de Tito
siendo un pendejo muy farabute
le hicieron la pianola por curda y pesado
era garronero y cayó como chorlito.
He estado lunfardeando, no chichoneando
seguimos otro giorno, che... y no me doy dique
esto fue gratarola, y con muy buena intención
me agarró la cansadura y, señores...
se cierra el telón...!
Víctor Carlos