Las nubes peregrinas
vienen cargadas de ausencia,
se van tornando melancolía.
Transcurren días sin sol,
llegan añoranzas como el invierno,
como sombras llorando penas,
lágrimas y lluvia se confunden
inundando todo de tristeza.
La lejanía pesa en el alma
como escarcha trepando enredaderas.
Y me sorbo las ganas
en una taza de café que sabe a quimera.
Alicia Rivas