salgomanzano

EL AIRE

El aire se llevaba

solemne mi silencio.

El aire se llevaba

mi silencio contenido...

Tarde triste, otoñal, ubetense, fría...

No sonaba la fuente:

quedóse yerta:

no vertía su monotonía

sobre la losa del patio florido,

que ella regaba,

que ella cuidaba...

En el parque solitario

de mi existencia

entró el ahogo

que el pecho me oprimía.

Solo con mi pena

abrí la puerta,

la puerta abrióse.

Sonó el Silencio

de la noche fría.

Mis labios esa noche

no ardían

de sed luminosa  que en las noches

de ardentía

se abrían...

Por el ventanal me entró el aire

de su muerte fría.

("Valor,ánimo,paciencia...",

me dicen, metido en  la hondura

de mi pena,

retorciendo la herida

-ropa  mojada, recién salida del río-,

que me atormenta)

 

-salvador-