A veces, jura no recordarla
y jamás, volver a enamorarse.
Difícil consumar lo convenido, cuando sabe:
Si es amor puro, no tiene por qué negarse.
Un eco estridente, la ansiedad
despide humaredas de desvelos
en el Corazón que herido desde aquel día
sufre por el más triste de los hasta luego.
Y hace palpitar en su mente
la mejor imagen que recuerda.
Sollozos retruenan, pasión, desconsuelos:
"no morirá mi amor, aunque la pierda".
En su vertiginosa agonía
la sangre de su corazón yerto
vierte y revive sus anhelos. Y si los apaga
es como declarar que quiere verse muerto.