He vivido, he soñado,
He amado intensamente,
Y sin querer también he dañado,
Por eso bajo a diario al profundo
Mar de mis tristezas, anhelos y de sueños,
A recoger versos empapados con mis penas,
Para que sean el indulto que la vida me regala.
Esos versos viven allí con deseos,
Con temores con creencia,
Por que son versos,
Empapados con mis penas,
Que son como hojas sueltas,
Del libro de mi existencia,
Son versos que llevan el fuerte palpitar,
Por que salen del lugar más profundo,
En donde habita la inspiración,
Del corazón de una poeta.