Hay algo sellado
soldado por dentro
de viejo, oxidado;
vergüenza o pudor.
Un mal no escarbado,
un zótano oscuro,
agujero profundo de inmenso temor.
Seguro que hay ratas que muerden cerebros
seguro que hay negros pasados de amor
y viejas heridas
que están mal cosidas
que crujen y gritan
de duro dolor.
Seguro que hay besos maduros, caídos,
que nunca han bebido
el vino del sol;
y que hay en la espera de no decir nada
palabras obviadas en algún rincón.
Seguro que no hubo coraje,
premisa,
medidas de fondo
para algún querer;
se quedó en intentos
y fué una paliza
guardarse de adentro...
morir sin nacer.
Cuando se nos pasan las cosas de viejas
el pus de los tiempos
carcome la fe
y se nos explota la vida en las manos
pudriéndose el alma
de lo que no fué.