Hilos de cristal salen de tu mirada
Llegan hasta mi, indefenso
Me atrapas en el oleaje de tu mar
Donde navegan los sueños
La lluvia moja tus labios
El sol brilla para ti en lo alto
Se hace la noche en tu cabello
Y el alba en tu tersa piel
Caigo frágil ante ti
Desaparece toda fuerza
Ante tu divinidad
Se somete mi ser.