Con mirada infantil, pura y sincera
brillaban nuestros ojos al mirarnos,
soñábamos con un beso , un abrazo
y el silencio, que lo decía todo.
¡Cuánta pureza ay Dios, cuanta dulzura!
ese sabor de besos, adornan el recuerdo,
y el dolor de tu partida, dejo ya de ser dolor.
éramos dos adolescentes, sin malicia,
éramos dos niños que se amaban
más allá de tu eminente partida
más alla de todo sufrimiento.
Recuerdo hoy, con más intensidad
tu sonrisa abierta franca y llena de alegría
tus labios rojos que cuando al besarme
me regalaban un sin fin de delicias.
Te sueño ¿'Sabes?, veo en esos sueños
tus ojos negros y brillantes, tus labios húmedos
que engalanan tu rostro cuando ríes.
Déjame refugiarme en tu recuerdo
que acaricia mi alma, que atraviesa mi corazón
con dardos de ternura, que me anima
y dibuja en mi rostro una sonrisa
que despeja de mi vida la tristeza
de haber vivido tantos sinsabores.
Déjame, que sueñe con amarte
con acariciar tus mejillas y besarte.
Déjame tan solo recordarte.