(La disputa seductora)
Tan solo me rozas y te detienes
y la caricia impaciente desaparece.
Es así como en un juego,
de sufridos y sufridores.
Donde piensas que mi carne es herida
y la agonía , se me desata incontrolada.
En realidad, de mis sonrisas
tú te pagas, la abstinencia
de tantos deseos suicidas
Es verdad, si, que te deseo,
tú lo sabes, ya me oyes,
pero antes de rendirme
quiero contarte un secreto
susurrarlo muy lento sobre tu boca
es cierto , si, que me muero
que no soporto las derrotas
pudiendo ser tu victoria..
Es entonces que te ríes, ojos de gata
y me invitas solo de tu aliento,
yo alivio con ello, mi asfixia.
Saberte tan mínima, pero tan pura
es la justa medida que necesita ,
mi supervivencia .
Quisiera me oyeras por dentro,
prometo en armas, no levantarme
es tan solo, que desearía
que el latido se me adelantase
y de mil dolores, él te hablase en silencio
ya que ni el verbo, ni las manos
te pueden , ni te consiguen
Ya no nace del juego,
mi maquinaria humana,
ni su latido espontaneo.
No nace ..