Trae polvo la noche en sus luces amarillas.
Vive una flor en el agua que sólo tú puedes ver:
con su pelo trenzado como serpentinas
acariciando tu mejilla hoy dolida,
y te da esa sonrisa que con encanto moja tu sien.
¿ No la ves? ¡Mira, mira!
sus ojos son de luna apasionada,
sus dedos nubecillas en su premura,
sus besos… sus besos son de agua
y en tu boca reposan con dulzura.
No se marchita, esa Flor, la Flor del agua
siempre fresca en su hermosura,
perenne amante de tu amor,
aventará malos sueños en tus noches
te protegerá inmensa en su candor.
No se ha ido, no del todo,
se hizo rocío y ahora es Flor.
Sabrás escucharla desde el silencio
llenando tu memoria con pétalos de amor.
Siempre estará si tú la guardas
ahí en lo bello de tu corazón.
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