El silencio más bello que he oído
es el tuyo, mi amor, cuando me miras,
es el silencio tuyo penetrante
como flecha de fuego de Cupido.
No se hallan palabras en tu boca
que al minuto se vuelve flor inmóvil,
es la mirada tuya la que habla
con elocuente luz murmuradora.
¡Cuántas frases de amor callan tus labios
que se emiten sin voz por tu mirada!
¡De tu fragante boca hacia tus ojos
se consuma un plenísimo intercambio!
El silencio más bello que he oído
es el tuyo, mujer, cuando te expresas
con radiante emoción hacia mi estancia
que descifra muy bien tu hablar sin ruido.