No, no en impetuosos asaltos...
de ésa manera infructuosa
que deslumbra los sentidos
no es verdadera belleza
la que abruptamente embelesa.
Verdaderamente noble y bello
lo que lentamente adueña...
intermitentemente posesiona
e inspiración succiona
de nuestra alma entera.
Incrustándose en lo hondo...
manifestándose en las ideas...
las ideas provocando
explosión de ambrosías...
¡magníficas fantasías!
Única y fabulosa
extraordinaria expresión interior
la belleza es manifestación
de armonía... emoción...
deleite... ¡admiración!
Copyright©2010 Rocío Vega-Ponce