Estimado corazón y respetables sentimientos….
Si al utilizar mis manos en el acto desfallezco, lancen gritos a mi imaginación para escribir lo que quiero.
No soy poeta, pero por alguien me atrevo a serlo.
Hoy quisiera viajar por las calles de tus pensamientos, sentarme en la silla de tus miradas y como detective privado vigilar tus movimientos.
Pero hoy no quiero hablar, no quiero escribir ni pensar, tampoco soñar.
Hoy soy muda, con muchas cosas que decir, con ganas de gritar, pero sin ganas de reír, con ganas de amar, pero con miedo a sufrir.
Soy como palma que se mueve a la velocidad del viento, como sangre derramada que se seca con el pasar del tiempo.
Hoy no soy yo en este cuerpo.
Busco respuestas en bocas que no hablan, en manos que no se mueven, en cuerpos secados por el olvido, esos que esperaron ser atendidos y jamás escucharon el llamado de su nombre.
Acaricio cada recuerdo de momentos bonitos, siento deslizar algo frio por mi rostro que en el transcurso de su viaje se vuelve tibio, se hace borrosa mi vista y se dificulta mi hablar, sencillamente, tengo ganas de llorar pero tampoco quiero hacerlo.
No se quien soy, no siento y tampoco pienso.
Escribo, sin sentido y sin razón pero lo hago por ti.