Llave plateada que brillas
y avisas al oscuro hueco
de la cerradura que humillas
cuando hurgas su recoveco
para soltar las hebillas
de este cuerpo aún preso.
Llave con muescas, acerada y fría
¿Quién te encuentra?, ¿Quién es tu dueña
para usarte con la osadía
de revolver con su flema?.
Llave pulida de mano en mano
¿Quién considera por curiosidad
hundir y girar en un palmo?
Sentir chasquear el cerrojo
y abrir: ¿es sueño o realidad?
Tienes la llave, tienes el modo
de asomarte, de entrar
No hay más copias, es una solo
la llave que abre esta felicidad.
No la pierdas, no la tengas
si no la piensas usar.
Es una joya preciada
Sin embargo… la presto
la presto en cualquier bar.