Cada mañana despierta y nunca de mi se va,
yo quisiera que aveces, no me acompañara tanto
pero somos tan unidas que ella siempre va conmigo
y aunque a veces yo no quiera, hace que brote mi llanto.
Con su paso por mi vida, cada día la oigo cantar
ella quiere cada noche que yo le haga una fiesta
y que llore y que le cuente si ya la quiero olvidar,
pero creo que no puedo, que no me deja
y yo siento que me vuelve a aprisionar.
Ella me besa y me abraza y me dice lentamente
-que no puede que lo siente, pero que se quedará-,
y lo peor que no está sola
se acompaña casi siempre de su amiga...
La Soledad