El escribir temores ¡ya no!
el cantarte en mi soledad ¡nunca más!
el esconderme para poder decir ¡te quiero!
no volverá jamás...
Eh comprendido que tu estas aqui,
que cuando quiera,
contigo puedo hablar
que eres hermosa y resplandeciente,
no puedo, más que asegurar,
que te quiero ¡así es!...
ahora lo grito a los cuatro vientos.
Que la vida es bella
y la muerte irremediable,
a mi culto se han unido...
Hoy escribo y agradezco al cielo,
por ponerte en mi camino,
convirtiéndote en mi musa
y mi grata inspiración.
Agradezco el verte sonreír,
y escuchar anhelante de tu boca los sueños,
el compartir momentos de fugaces alegrías...
Agradezco por mi ser,
por la madre que me engendro,
y por el padre que me creo...
Agradezco por el maestro,
que me guío en el camino del saber,
y que amplió mi forma de ver..
Agradezco por lo que soy, por los mancebos,
que verdaderamente junto a mi están,
en la calma y en la tempestad...
Por los días que tropiezos,
a mi vida dan,
para así algo nuevo presentar...
Agradezco por todo lo que soy,
lo que tengo y lo que creo,
y sobre todo y por siempre,
no terminare de agradecer,
que por fin...
A mí, me poseo...
Carlos R. Barrera