Que poco tiempo tuve para mirar tus ojos,
Pero lo suficiente para alojarlos en mi mente y en mi corazón.
Que poco tiempo tuve para demostrarte todo mi amor
Y poder hallar la llave que abre tu corazón.
Para habitar en tu recuerdo
Y amanecer entre tus brazos, recibiendo el calor de tu cuerpo.
Que poco tiempo tuve para escuchar los latidos de tu corazón
Y llegar a ser la dueña de tus sentimientos.
Para volar contigo hasta el cielo
Entregarte mi vida y el mundo entero.
Que poco tiempo tuve, para vivir contigo en sueños
Y en cada despertar invocar tu nombre con mis suspiros.
Para envolverte en las fantasías de mis pensamientos.
Para poder escuchar las palabras de amor y poesía que susurra tu alma, pero que siempre escondes y callas con tu orgullo e indiferencia, con tus desdenes y desmanes.
¡Silencio, maldito silencio!
¿Porque callas? ¿Porque no gritas fuerte a los cuatro vientos que es lo que pasa? Dile de una buena vez a este corazón, que llora en silencio, en compañía de la soledad. ¿Qué es lo que estas sintiendo?
¡Por favor, no calles más! ¡Que tu silencio me va a matar!
Silencio…que me hace sufrir y me hace creer, que todo mi amor es insuficiente, que mis besos, mis caricias y mis poemas no son más que un simple reflejo que se desvanece apenas me alejo, que no son más que un loco albur de aura fugaz.
¡Silencio que me hace sentir culpable y banal!
No logro entender, porqué tu austero silencio, tu ruin desprecio. Si el único delito que ha cometido mi corazón, es entregarte todo su amor, es tratar de conquistarte y ser el ladrón de tu gran amor. Trate de seguir tus pasos, de escuchar lo que dice tu alma. A pesar de tus desprecios, trate de quererte, de amarte, de adorarte, de vivir junto a ti sin sentirme culpable, de hacerte feliz, pero me ha sido imposible lograrlo.
Te dejo, te olvido, te dejo de pensar y de soñar. Simplemente, te dejo de querer. Me alejo de tu sórdido silencio, de tu extraña forma de querer, que no entenderé jamás.
¡Que poco tiempo tuve, porque el silencio de tu amor, creo una infranqueable barrera que mi corazón no logró traspasar!