Su nombre era fuego, y no mintió al decir
que me iba a ahogar, su cuerpo era miel y su nuca
marfil
su nombre pudo haber sido cualquiera y boca
a boca estuve, boca a su boca, boca a su
lengua y aún así no te olvido, boca a mi droga,
boca invisible
su nombre no era nombre, la recuerdo sólo por
recordarte a tí, su pelo no era el tuyo, su piel no
era de tus manos
su nombre no era tu nombre y el tuyo retumbaba en
cada esquina, cada beso, cada vez que la rozaba te
rozaba a tí, a tu cuello, a tus labios, a tus piernas que
ahora se encuentran al lado mío y a mil kilómetros de aquí
su nombre era maniquí y el tuyo es demonio, cada
vez que la toque te tocaré a tí, y cada mujer no serás tú
boca a tu cintura, boca a tus pechos, boca a tu boca
te tengo sólo así,
cómo buen ateo, buen cristiano
adorando de lejos