Que momentos sublimes,
que dicha infinita,
que a mi alma hizo estallar,
Designio divino,
destino o casualidad,
Sabremos de ello con certeza,
cuando nos volvamos a encontrar.
Dejare de amarte cuando la luna llena,
se parta en mil astillas de plata por la ausencia de su sol,
y un millón de perladas lagrimas ,
mojen tu lecho diciéndote,
que yo.... tu razón de ser..,
en este mundo..... ya no está .
Yo.... nacido de la gracia de tu amor
LE MONT.