Dígame mi amigo, acaso tendrá peso
un amor libre que lo mantienen preso.
Un amor ingenuo que lo enseñaron a amar.
Dígame amigo, cómo puede soportar,
a una tierna nube que le ciega los ojos,
y a un sol soberano, que le alumbra los antojos.
Dígame mi amigo, acaso se podrá ver,
un amor de sombra, en un atardecer.
Explícame amigo como puede funcionar,
un amor entre dos, que no se pueden amar.
O explícame mejor algo más sencillo,
cómo funcionaría un amor en el exilio.
Dígame mi amigo que no es una pena,
cuando la mujer conocida, se vuelve mujer ajena.
Así amigo mío, a veces me pregunto,
si el amor se muere, ¿acaso no es difunto?
O acaso si no muere, pero esta terminado,
valdrá la pena amigo, renovar el contrato.
Dígame mi amigo, que esto no es el fin,
Si una flor se muere, sin conocer su jardín.
Pues me hizo razonar un amor tardío,
que fue el amor de alguien, pero ahora es mío.
Te pido perdón amigo, a ti, y también al amor,
que ha sido para muchos un árbol que no nacía la flor.
Dígame amigo, si no tengo razón,
pues quién roba el amor es también un ladrón.
Pero ya no importa, lo que pasa con nosotros,
aun siendo sabios, nos harán pasar por tontos.
Así pasa en el amor, cuando amas de más,
el corazón se calma, pero la mente jamás.
Dígame amigo mío, si en el amor no es así,
pues si no vale para nadie, si vale para mí.
Quién tenga en cuenta, lo que me esta pasando,
olvidará el pasado pero seguirá amando,
y no vivirá en las nubes, y no vivirá frustrado.
Pues a un amor que se fue, lo llaman amor olvidado.
Dígame amigo mío, si sigue siendo amor,
algo que perdiéndose, se convirtió en dolor.
No puede ser la vida, esclava de la incertidumbre,
amar por no amar, amar por costumbre.
Amar y olvidar vuelven a ser igual,
como pasa en la vida, entre el bien y el mal.
Pues dime amigo mio, tú que lo has probado,
que valor tiene en la vida, un mal enamorado.
Puede ser que un amor acaso renaciera,
para un hombre fiel, y una mujer sincera.
Pero en esta vida, que puede renacer,
además de otro día, y otro atardecer.
Que más renace, dígame amigo mío,
si todo en la vida se va como un río.
Al amor déjalo libre, para que veas como vuela,
y si no encuentra el cielo, pues conviértelo en ola.
Y si no consigues nunca a tu preferido mar,
pues deja a todo el mundo, pero no dejes de amar.
Y dígame amigo mío, qué puede saber mejor,
que una vida corta, pero alimentada de amor.
Ama lo más que puedas, sin herir a las personas.
Y si no te aman, entonces las perdonas.
Sé muy humano en esta vida humilde,
y el amor de los otros, deja que sea libre.
Así que entérate amigo que siempre tendrá peso,
un amor liberado que lo tenían preso.
LEOM KOLMNELA