A una Dama con respeto y corazón
Luna fluye vuestro miramiento,
descobija corazón, en clamor de una despedida,
aunado a los ponientes, que concilian a mi cabello,
lleva hasta sus percepciones vuestra sinfonía.
En interpretación, es Massenet,
quien llora la agonía de vuestra ausencia,
sublime ángel de mis amores,
en “Meditación” a vuestro poeta acompañas.
Luz que irradias en la inmensidad,
en perpetua oscuridad,
que limitas en vehemencia infinita,
Sos una dama, una admirable hecha poesía.
En lejanía aguardas, corazón de hombre,
uno enamorado que a vuestra dama le canta,
entre sollozos y pensamientos,
os guiñas un ojo, rozando sus tibios labios inmaculados
Belleza en esta ausencia que se respira,
en vos el amor radica, junto a asteroides y constelaciones
abrazas a tu manto inmortal de enamorados,
eterno suspiro, que prolongas con el tiempo.
Clavel Rojo © Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados