Corvus Corax (Wil)

LA HORA DEL ADIOS

Aquellos tus besos

aún viven en mi alma,

tu cuerpo de memoria

permanece en mis caricias.

Tu sonrisa, tu primera sonrisa...

esa que fue mi perdición,

tu alegria y tus locuras

moderadas por aquella tu moral

permanecen en el libro que conservo

llamado felicidad.

Tus tristezas olvidadas reposan junto a tu cama,

tu cafetera y tu vieja plancha aun sin estrenar;

tus cumpleaños y los mios,

tu madurez y mis rasgos de inmadurez,

tu felicidad y mi felicidad,

tu adiós: mi infinito dolor.

El tiempo fue nuestro aliado,

cambio su rumbo y acabo con nuestro amor,

ya no hay amaneceres ni besos,

no hay caricias ni sonrisas,

solo un ápice de felicidad ,

tu recuerdo queda en mí

y aquella nuestra ultima canción,

me dice al oido que llego la hora

de decirte adiós.