Mujer desnuda, te pareces,
a la blancura de mis sábanas completas,
porque de tí antes
dormía sobre un mar de arrugas,
yo sé que llegaste para extenderme el hábito
ese que mis manos, nunca aprendieron.
Mujer desnuda,
mis caricias te bruñen como al cobre,
te memorizan....
como los petirrojos desde su nido,
pretendidos siempre, por los cielos y las nubes.
!ay si yo tuviese alas!
Te llevaría hasta la Luna
!si tuviese redes!
La pescaría sobre tu vientre
!ay, si mi alma quisiera!
te bebería hasta la vida
gemida y de suspiros
Mujer desnuda, se te fuga
la curva hermosa que te sostiene
y te reblandece a mi tacto débil.
Así parezcas de una vela su cera,
que yo seré tu núcleo de incendio,
el pabilo, que te traspase la vida,
e ilumine todas las noches
calentando en ello,
tu lecho más desacostumbrado.