Silencio, llanto...
dolor, gritos desesperados.
nuevamente silencio
cuántos días han pasado dos ...tres...
qué más da .
Sentir cómo la roca gime al chocar con las olas,
como la nube que avanza reclama al nadie notar su paso.
Sentarse al borde de un páramo y saber que el más mínimo impulso terminará con la angustia, más el impulso del alma, la escencia de la vida es más fuerte.
Pasan los tiempos...
avanza la nubecilla aquella quejumbrosa
dando paso a los rayos sublimes de la esperanza.
La brisa suave del atardecer....el rocío de tu recuerdo
Las olas aprendieron ya a ser mas delicadas y acariciar
en vez de golpear.
Ahora es tiempo de contemplar, de reconocer las divinidades ocultas,
aquellas que se abren sólo a quien las quiere ver...
detras de las rocas, sobre el páramo y bajos las olas.
Quiero cantar!! quiero bailar, quiero reir....
renacer en un nuevo brote de vida, en el soplo de la noche oscura,
brillar de nuevo bajo el reflejo de la luna,
volver a regalar estrellas esas tan únicas y tan silenciosas
aquellas que son capaces de guardar el secreto eterno,
de haber sido ya regaladas millares de veces y
aun así seguir siendo brillantes y ajenas a la vez...
así como mi espíritu, así como mi escencia...
quiero volver....quiero renacer