ninfadora

DEBAJO DEL AGUA

 

 

He desvestido mi cuerpo,

Y dejado libre mi desnudez,

Me sumerjo en esta lluvia de agua tibia,

Y el agua comienza el recorrido,

Mientras mis manos comienzan a viajar,

Buscado algo escondido.

 

Disfruto a cada instante esta agua,

Que delicada me acaricia,

Eriza mi piel,

Y la empapa en deseo,

Al compás de tu recuerdo,

Venido a mi mente.

 

Soy esclava de esta lluvia,

Que me excita,

Me hace desearte,

Aquí y ahora.

 

En mi mente construyo insistente,

Tu cuerpo desnudo,

Tocándome, enloqueciéndome

Llevándome al éxtasis perfecto.

 

Has percibido lo que anhelo,

En ese momento debajo del agua,

Ya no eres la fantasía de mi mente,

Eres la realidad desnuda,

Delante de mis ojos.

 

Has llegado y estas frente a mí,

Mirándome silencio y con cautela,

Y…

No lo has pensado estas ahí,

No lo preguntas pues no necesitas respuesta.

 

En un impulso tempestuoso,

Toma mis labios y los haces tuyos,

Mientras tus manos estrujan mi cuerpo contra tu pecho,

Y nos asimos...

Nos asimos.

 

Me has tomado toda para ti,

Debajo de esta cascada que cobija,

En su tibio y excitante recorrido,

Mientras me llevas a esa pared,

Que parece estar hecha,

Solo para nosotros,

Ahí de pie,

Los dos...

Recorriéndonos con las manos,

Debiéndonos el agua que nos moja.

Con la boca...

Mientras la ahogamos en un beso.

 

Me has aprisionado sin escapatoria,

Entre tu cuerpo y la pared,

Y has llevado mis piernas a tu espalda,

Dejando abierto para ti...

Ese botón que tanto anhelas poseer,

Mientras yo me aferro a tu cuello,

Y a la anchura de tu espalda,

Dejándonos llevar por la cadencia de la carne,

Tú en toda tu firmeza,

Yo en toda mi apertura,

Ya no hay duda en tus ojos,

Sabes que es el momento,

Y como amo y señor de mi cuerpo,

Debajo del agua y pegada en la pared unida a ti,

Llegaste dentro.