CesarS_en_cion

No apagaré tu sed. Yo no soy Cristo

Ansioso y pensativo me pregunto:
¿Qué hice mal para merecerme tanto?
Te comparé con la Samaritana:
con sed, de cinco y el camino amplio.
 
Sonriendo, duros golpes me lanzaba
a la cabeza. Me quise tambalear.
Enérgica, esperaba a que yo cayera
y con piedras en las manos, asestar.
 
Me recibe con amenaza y logra
conseguir que en mi memoria vaga
guarde un repudio sobre su persona:
Le paga mal a quien mejor le trata.
 
¿Qué mal te han hecho?, dime, amada mía
que me devuelves por igual la paga
¿Quién buscó penetrar a tus sentidos…?
Con violento desden vuelve y me amaga.
 
Lapidado caeré defendiendo mi causa
en los enfermos años que me asista.
Regatearé mi suerte delante de un Judas:
¡Treinta pedradas menos de lo que aspira!
 
¡Por Dios!, piensa lo que dirá la gente,
Mujer, no repitas más: debes morirte.
No apagaré tu sed. Yo no soy Cristo.
pero, deja de adulterar cuando me ausente.