Aquella tarde de Primavera,
bajo un Sol radiante,
rodeado de hermosas rosas rojas
la tome en mis brasos por vez primera,
para pedirle que uniera su vida junto al mio
para siempre,
Mirandome fijamente a los ojos,
mientras acariciaba mi cabello
me respondio que si
y una tierna sonrisa se dibujo en sus labios
de felicidad.
Un dia Inimaginable que nunca olvidaré
del cual atesoro un recuerdo hermoso y bello
que le dieron sentido a mi existencia.