Retrocedes en el tiempo
te refugias en el elipsis de la muerte y la soledad
te camuflas en la aparente felicidad
tu alma destrozada está
no quieres aceptar la salida q Jesucristo te da.
Piensas que sola puedes luchar contra el enemigo,
piensas que con tu mente puedes vencer la conspiración de la muerte,
pero caes en depresión y la sombra del sueño eterno,
se ciñe sobre tí, pisa tus sueños, invade tu alma y se refugia en tu mente y corazón...
Es hora de aceptar la ayuda celestial,
es tiempo de que vuelvas a soñar, a reír, a triunfar,
a creer en aquel que te otorga la salvación,
lo único que debes que hacer en humillarse en su presencia
y disponer tu mente, alma y corazón para aceptar al Rey y Señor, que la vida te otorgó