Estas Callejas desiertas
Suelen hablarme de tu partida.
Cuando sopla la brisa,
Cuando cae la noche.
Si, estas callejas sin salidas
Donde la inmundicia habita,
Donde la muerte ha dejado su cetro
En manos del tiempo.
Suele ocurrir de repente
Que cuando miro hacia la ventana
Y la luna está detenida frente a mí;
Mis lágrimas sueñan con ser gotas de lluvia
Y mis suspiros con ser viento del mar,
Pero detenido y casi inmóvil,
Solo sueña el corazón con ser
Nube errante y no volver a amar.
Cuando el sentimiento es hondo,
Y en un sobre junto a dos rosas
Donde mi dedicatoria te dedico;
Suena campanas de esperanza,
Pero lástima que no son para mí.
Es solamente el amor
Tocando otra puerta desconocida
Y yo sentado mirando a la luna,
Con la ventana abierta,
Y el frio en mis huesos.
Las nubes en mi frente soñadora
Y la aurora que enciende
El cuarto de imaginación.