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56. SEDUCCIONES EXTRAVIADAS (Prosopopeya)

Parecía que dibujabas, tu gran sonrisa a lo eterno...

Tan gracioso me mirabas con inquietantes destellos

que hasta ternura emanabas con lucecitas en rayos

de tus ojos amistosos.

Tanto me coqueteabas que mi pupila alucinaba

cuando el entorno dominabas con tu cabeza inclinada

haciendo la reverencia como caballero de cruzada

cuando a tu lado pasaba o desde lejos te miraba.

Tu cabellera ondulante, ¡cuán larga vi tu melena!

como el rey felino que acecha dispuesto al amor peregrino

ondeante me cantaba desde tu tronco derecho

para seducirme hasta el fondo sin ninguna misericordia.

¡Ay! de mi, con tus cambios tan severos,

hoy seduces tan campante y luego pelambres ofreces...

Y desconozco al instante al ser que me enamoró,

me sedujo con paciencia con cada reverencia,

me regaló su ternura, su sombra me protegió,

me defendió de inclemencias

y me cubrió de locuras con gran imaginación...

He extraviado mis seducciones

con un inhumano ser en que atrevida fijé

mis más fervientes pasiones...

Interferí las señales según tus alocuciones,

qué dolorido mi yerro por interponer seducciones

que al mundo entero brindabas...

¡Ay! de mis extravíos... mis seducciones... sin eco

seducciones extraviadas causan dolor infinito.

Parecía...

dibujabas...

parecía....

enamorabas...

y solo era eso...

parecía...

según tus alocuciones.

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