Soy la meta del conflicto,
con eso me identifico
por si alguien quiere oír.
No es tan cruel mi corazón,
si yo miento es con razón
cuando piden un favor.
A veces, soy tan necio
como un niño,
que le miente a la ilusión
para tratar de estar mejor.
Soy tan frágil como el llanto
que inunda su recuerdos
la verdad,
y el desencanto.
Soy tan loco como el tiempo,
que conoce el desencuentro,
y confirma lo ocurrido
convirtiéndose en un cuento.
Soy alumno en predicciones,
de historias que razonan
su existencia, y el producto
de impaciencia.
Soy tan ciego como el mundo,
que ignora su cultura
cultivándola con modas,
la verdad ya me incomoda
que sonrían sin ternura,
sin pasado, sin locuras.