El cometa del tiempo pasó demasiado rápido
y las nubes lloraron
tu nave jamás volvió del puerto
tus pisadas no se oyeron más en mi sala
jamás te conocí lo suficiente.
Hacía figuras de ti con plastilina
queriendo mitigar mi desesperada espera,
mis dedos temblaban por lo que no tocaron.
Yo era un hambriento y tú tenías pan
pero mi boca, era un dibujo inerte en mi faz
que no se movía, que no lograba hablar.
Pero el cohete del tiempo pasó demasiado rápido
y las montañas blanquearon
las piedras se enfriaron
las noche cubrió los arboles a mi alrededor
se entristecieron.
Tus brazos fueron alas, y tus alas hélices
que giraban para acelerar tu huida
pero no había salida, sino la única puerta.
dejando tus pisadas muertas junto a mí.
El cohete del tiempo pasó demasiado rápido
y mis cabellos blanquearon
mis dedos se arrugaron
y yo te sigo amando, un poco más resignado
pero todavía intenso.