Alejandro José Diaz Valero

El escondite del arco iris (cuento)

 

Esta historia ocurrió en un tiempo muy lejano, nadie sabe quién divulgó el secreto que tan celosamente habían guardado. Lo cierto del caso es que hoy dicha historia la conoce gran parte del mundo.

Todo ocurrió cuando el arco iris se enteró que el viento quería batirlo con mucha fuerza para mezclar sus colores, nadie sabe porque razón al viento le molestaba que el arco iris tuviera sus colores perfectamente ordenados y bien diferenciados.

Una tarde lluviosa el viento comenzó a soplar con furia desatada y eso asustó al arco iris, pues pensó que tal vez ese día el viento lograra su cometido…Así que antes de que finalizara la lluvia, salió huyendo de los campos buscando un escondite donde no pudiera encontrarlo el viento.

 

Pensó esconderse detrás de las montañas, pero desistió de la idea, allí era fácil encontrarlo. Pensó en el fondo del mar, pero era muy arriesgado, pues los arco iris no saben nadar; pensó esconderse entre los árboles, pero luego pensó que el viento se pasea mucho entre las ramas de los árboles y podría descubrirlo con mucha facilidad.

 

Después de pensar y pensar en un escondite, decidió esconderse en un circo, pues la inmensa carpa jamás dejaría entrar al viento, además como había muchas personas, en especial muchos niños, era más fácil esconderse entre la multitud.

 

Cuando el arco iris entró al circo una suave brisa se coló por los boquetes de entrada y pensó que era el viento que lo había descubierto, así que corrió a esconderse entre el armario de los payasos, donde estaba seguro que jamás sería descubierto.

 

Cuándo los payasos salieron a escena, luciendo sus ropas con colores extravagantes, le hizo mucha gracia a los niños, y esa alegría le gustó al arco iris y se sintió feliz.

 

El viento se cansó de perseguir al arco iris ya que nunca pudo encontrarlo, y él al saber que el viento había perdido interés en atraparlo, decidió salir alegremente a surcar de nuevo los cielos; sin embargo siempre guardó en sus recuerdos aquella tarde de circo.

 

Desde entonces cada vez que los espectáculos circenses montan sus carpas para comenzar sus funciones, el arco iris se esconde en el armario de los payasos, ya no para huir del viento, sino para compartir su alegría de colores con todos los niños del mundo.