Un poema se me esta antojando
y sin querer viene a mi cabeza
un desasosiego que me esta ahogando
en este mundo de rapiña y vileza
escrito y profetizado se esta revelando
la palabra de Dios y su divina alteza
que abate con fuerza mi fortaleza
y mi razón la esta desbaratando
tragar la realidad, tragar el escándalo
tragar las necedad, pastar en la maleza
pesada indigestión que acabo vomitando
y desfallecido me asalta la pereza
arranco esta corteza y veo bien pulidos
los anillos que en mi tronco se suceden
y sin modales te clamo como procede
aquel que el amor lo ha corroído
con deseos todos estamos poseídos
la frustración con naturalidad nos entristece
la ilusión con anhelos nos fortalece
y mas que caminar vagamos perdidos
¡oh Dios mió ¡ te siento y te percibo
y el recato y la humildad desaparecen
y mi ser enamorado por ti enloquece
llamándote de todo menos amigo
sutilmente te vas y desapareces
desesperado te insulto y te maldigo
y se muy bien que tu no te entristeces
ya que constantemente yo te persigo
sin saber ya lo que digo y lo que escribo
en los estados del amor tú me meces
sin arrepentirme ya de lo que te digo
pues eres tu quien me inspira y me envilece
me atracaste cual vulgar bandido
dejándome en la terrible pobreza
y robándome con tu sagaz destreza
me dejas abandonado y desvalido
de tu rostro me quedo yo prendido
y hasta las narices de estarte yo rogando
en alto, en alto voy vociferando
que eres un sinvergüenza engreído
con habilidad me andas provocando
suscitando la divina realeza
de tu amistad que durmiendo bosteza
y despierta ante el que te esta tuteando
inconcebiblemente quien te ha comprendido
con confianza te trata y te corteja
con tu ingenuidad se queda aturdido
y rendido a ti, todo lo deja
deshaciendo la enmarañada madeja
de los sabios que están confundidos
con austeridades y penitencias