Es la distancia, la maldita suerte de los dos.
Es el tiempo, un camino muy lejano.
No hay más que perder que lo que gano,
Ni más que ganar de lo que he perdido.
Si, Lejanía que te reconcentras en mi interior
Como una rosa que ha florecido, ya estando muerta.
Eres tal vez esas cosas que para mí son inciertas,
Así como, un mar reflejado en el cielo
¿Dónde encuentro que te acerques como un barco
Que ha dejado sus libertades de mar
Para tan solo proteger y amar?
¿Dónde?... Tal vez nunca.
Estoy aquí, no lo notas.
Yo con un abrigo tejido de esperanza,
Pero con un sueño que no se alcanza,
Ni aun escribiendo a las escondidas.
Pero no importara más,
Si aun hay cartas que fueron mías,
Que fueron creadas a la luz de mis días,
Pero fueron apagadas con el brillo de la noche.