Nacimiento de Venus, Sandro Botticelli, 1484
A Cyrene, bella Venus
Desde la espuma naciente, mi bella dama,
de intimidad de Urano provienes,
empujada por el soplo de los Señores alados,
con una lluvia de flores, entre suspiro y sigilo os
mantienes.
Céfiro al viento trajo a Cloris a vuestro templo,
en seducciones tenues y cautivas,
delicadas tentaciones a vuestros nobles,
de seda vuestra piel en roce de calores.
Es que Brisa, ninfa esposa de Céfiro os envidia,
de la mar la cabellera de las tierras vuestro cuerpo,
porque ninguna Flora equivale a sublime belleza,
fuerte y noble, entre estrellas y corales os engalanas.
Coalición en espíritu y elemento,
abundancia en apetitos sobre piel,
candencia en firmeza color marfil
con encanto a tono rosado de vuestros labios.
Inteligente dama, vuestra fortaleza en pensamiento,
victoriosa en corazones deambulas,
enamorando a mortales con elegancia,
siempre con un toque de fina fragancia.
Clavel Rojo © Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados