Suspiro…
y tú no me miras.
Te sueño…
y tú no me piensas.
Te escribo…
y no me lees.
Te extraño…
aunque tú no me hablas.
Te Amo…
y tú no me sientes.
Porque el corazón ama
aunque no tenga razones,
se entrega
sin poner condiciones,
se ilusiona
aunque se pierda en quimeras,
el corazón se enamora
aunque tú no lo veas.