Primero era la nada de todo el universo
concentrado en un punto, vibrando en un instante.
Un infinito en la nada. Luego fue un deslumbrante
resplandor liberando todo el tiempo reverso.
Un núcleo antes que el núcleo, pronto espacio disperso.
Protones y neutrones en deuterio flagrante.
Mil millones de grados, plasma ardiente y errante.
Espacio que se abate, sobre si mismo inmerso.
Libre al fin la materia. De su encierro alejada.
Libre al fin el tiempo del instante primero.
Libre materia oscura. Gravedad liberada.
Un transparente cosmos por su éter se traslada,
radiante de energías, al momento postrero.
Por su curvo destino, vuelve a su densa nada...