Aprendí...
que el clavel vive su hermosura
aunque yo no logre verlo,
que el sol resplandece
aunque mis ojos no lo contemplen,
que la luna sigue alumbrando
aunque no quiera oir mi llanto,
que el río siempre corre hacia el mar
aunque no lo detengan mis penas,
que la montaña se torna accesible
aunque no me sea posible la escalada,
que los besos siguen dando dulzor
aunque mis labios no reciban calor,
que el colibrí siempre quiere libar
aunque no ofrezca su néctar la flor.
Pero...
aunque todo aprendí
olvidé una lección
nunca aprenderé
cómo vivir sin amor.
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.Lena@DerechosReservados.