Dime en qué momento se aproxima
la nieve a mi cabello y a mis labios tu beso.
O tu mano a mi cuello
-a tu oído mi aliento-
Dime que deseas estar conmigo
en el silencio de una tarde loca
y desnudos los dos -como la tarde
desviste las praderas y los valles-
Para entonces ya nada hay que decirnos
(yacemos cual gemido en el silencio)
Nuestros cuerpos hablaran como la brisa
y seremos sudor, beso y caricia.
Regálame el acre que escurre por tu seno
además la palabra que brote de tus labios,
déjame entonces penetrar lento y ufano
hasta sentir…¡como gritan tus ovarios!
Quiero hacerte el amor sin espejismos
que tu cuerpo sea parte de mi espacio,
dime entonces amor…¿cuál es el sismo?
Quiero sucumbir entre tus brazos.
Dejemos que el techo se derrumbe
que caigan las paredes en la cama;
que nuestras voces en sordina lumbre
se extingan amor mientras se aman.