Te olvidaste del niño aquel
que jugaba con tus manos,
el que disfrutaba de tu miel
al besarte cuando jugábamos.
Te olvidaste del joven soñador
que cada día esperaba verte,
luchando siempre por tu amor
y por nada dejaba de quererte.
Te olvidaste del hombre fiel
que te entregaba su alma,
haciendo a un lado la hiel
y luchando por tu calma.
Te olvidaste del amigo eterno
que siempre estaba para ti,
quien aún estando enfermo
siempre cuidaba de ti.
Te olvidaste del amante ardiente
que a cada instante te deseaba,
al que a sus ojos lucías radiante
y en cada segundo a ti se entregaba.
Te olvidaste del compañero,
ese que por ti la vida daba,
el que quería algo eterno
y al final nunca obtuvo nada.
Te olvidaste de los sueños
y el como les dabas color,
Olvidaste lo mejor de los dos,
Te olvidaste del amor.