Amada de
mis sueños.
Tu que llegaste
a mi y te adueñaste
de mi substancia
y de mi ser
no encuentro escapatoria.
Colmaste la tristeza
y la amargura
que me rodeaba
en satisfacción y deleite.
Me aprisionarte
a tus apetitos
y te aduéñate
de mi alma
atrayéndola y sellándola
con la sorpresa
y la picardía
de tu encanto.
A caso todo
lo que toca
tu esencia
lo infecta
de alegría y gozo
oh lo convierte
en sufrimiento
y angustia.
Amada mía
que confundido.
Solo tus besos
me llena
de satisfacción
y regocijo
Todo lo derecho reservado: Francis Mota