Me gusta atrapar a mi corazón, porque sin vergüenza hablo tal como soy. “no quiero ganarme el primer lugar”, tampoco con mis torpes palabras
afectar a nuestra amistad;
Ante todo puedo luchar, pero soy demasiado cobarde
para expresar lo que me lastima de verdad.
Tantas cosas he observado que a veces callada e quedado, pero soy de las que vuelvo al mismo camino
aunque me duela volver a ese destino y cruzo a esa vereda para saber si cuento con nuevas fuerzas.
Esa es mi forma de caminar para poderme examinar,
es un desafió, pero la realidad se convierte en mi guía
para tomar decisiones cada día.
Aprendí a valorar a la verdad
pero me da terror la falsedad,
no quiero lastima que me persiga
sino quiero una mano amiga
que no busque condiciones para dejar su compañía,
algo de lo que si estoy segura,
es que no quiero y se que no debo
ser una piedra en tu vida.
Gracias a Dios tengo dos amores
que me dan fuerzas cada día, es la que me dio la vida
y la que me mostró sus canas ya vencidas
(mi madre y mi abuelita).
Aunque mi armadura a veces debo parcharla
levanto la cabeza, quizás mi problema no pesa
como la cruz que cargas con tanta fuerza,
por eso mil disculpas
por no saber mover la pieza de ajedrez
que te hacia dar vueltas a tu cabeza.
¡Dios!!!! Sabe que intente abrazar tu agonía,
pero comprendí que es mejor respetar
los espacios de tu vida.
Pero gracias por haberme cobijado en tu corazón,
si mañana no te veo,
nunca olvides que de vos conservo
los más bonitos recuerdos.
Un beso sincero y fraternal abrazo para este año nuevo.