Heme aquí, con la cabeza baja
con temor de verte, de ofenderte
de acercarme, que te alejes,
de respirar tu aire celestial
que algún día fue nuestro.
Heme aquí, estoy sin estar,
estando contigo, sigo en soledad,
mis latidos se ausentan
de manera distinta, tan distante,
como esta noche hielante.
Heme aquí, convencido de tu verdad
de esta verdad que nos separa
que duele, que odia mi alma
mi alma que jugaba con la tuya
hace mucho mucho tiempo.
Heme aquí, ya sin reclamarte
como antes de conocerte
como antes de mirarte
y perderme en tu sonrisa
de niña adolescente.