Jhon Deivy Torres Vidal

MUERTE EN UNA NOCHE DE INVIERNO

Ya se abrieron los témpanos del frío

que a su merced el oído queda expuesto,

¡oh Invierno...quien diría que estoy muerto!

Estoy muerto en mis pétalos dolidos.

 

Si rezaran los vientos sucesivos

que permiten cadenas de sonidos,

rezarían por mí, por mi deceso,

o por mi polen que ya está disperso...

 

¡Cuántos huecos de amor que están vacíos!

¡cuánta ausencia en lo cóncavo del rezo!

¡cuántas ganas de amar lo que no ha sido

en este terraplén en que estoy muerto.!

 

Y cuando en el manto de la noche haya caído,

cuando el dolor me entierre en cualquier lecho,

la deshojada flor que ahogó mi pecho

habrá acabado sin aromar mi olvido.