Entabla con los deseos la contienda
construyendo en tu mente burladeros
con el silencio, y que tu alma atienda
a la paciencia que del pecado es sumidero
alerta a la frustración, que no te prenda
y la alegre euforia no la pongas por sombrero
que los pares opuestos al deseo se encomiendan
y en la satisfacción, se halla lo verdadero
el mundo anchas puertas nos ofrenda
al disfrute desmedido y pendenciero
y el Reino de Dios y la paz de su hacienda
tiene estrecha puerta y angosto es su sendero